El Templo Parroquial de San Luis
Gonzaga se ha quedado pequeño para la celebración
de la Misa Exequial por el alma de D J. Antonio Felices Álvarez. Han sido
numerosos los fieles de San Luis y de la
Parroquia de la Puebla de Vicar, los que
han querido darle el último adiós a un sacerdote que ha dejado una profunda huella en ambas
parroquias. También ha estado acompañado por un centenar de hermanos en el
sacerdocio.
Desde el cielo seguirá cuidando de
sus parroquianos. D E P
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