EVANGELIO DEL DOMINGO 12 DE FEBRERO

Tu amor nos limpia.
Mc 1. 40 - 45.-
En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas:
- «Si quieres, puedes limpiarme.»Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo:—«Quiero: queda limpio.»La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.Él lo despidió, encargándole severamente:
—«No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo; se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Comentarios