EVANGELIO DOMINGO 21/07/2019

San Lucas (10, 38-42):
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa.
Esta tenía una hermana llamada María, que, sentada junto a los pies del Señor, escuchaba su palabra.Marta, en cambio, andaba muy afanada con los muchos servicios; hasta que, acercándose, dijo:«Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola para servir? Dile que me eche una mano».Respondiendo, le dijo el Señor:«Marta, Marta, andas inquieta y preocupada con muchas cosas; solo una es necesaria. María, pues, ha escogido la parte mejor, y no le será quitada».

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