“Después del bautismo de Jesús, el cielo se abrió"
Lc 3, 16-16.21-22
Como la gente estaba expectante y se preguntaba si no
sería Juan el mesías, Juan declaró públicamente:«Yo os bautizo con agua, pero
ya viene el que es más fuerte que yo, y a quien no soy digno de desatar la
correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y con fuego.
Después de bautizar Juan al pueblo y a Jesús, aconteció que, mientras Jesús
estaba orando, se abrió el cielo, descendió el Espíritu Santo sobre él en forma
corporal, como una paloma, y se oyó una voz del cielo:«Tú eres mi hijo amado,
mi predilecto”.
«El Nacido en
una cuadra, obrero manual, bautizado como ‘un pecador’, exorcista, amigo de
‘mala gente’, ‘comilón y borracho’… crucificado entre ‘maleantes’…» es el ‘Jesús
despreciado’ con quien te has unido en el Bautismo, y cuyos rasgos quiere el
Espíritu recrear en ti.
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