La misa Crismal de este año 2021 ya tenía otro “tono”. Después de la celebración del pasado 2020 en el que, debido al estricto confinamiento, sólo pudieron participar una decena de personas, este pasado miércoles 31 de marzo han podido sumarse a esta importante celebración de la Semana Santa todos los sacerdotes junto al obispo diocesano y el obispo coadjutor respetando el aforo de la Catedral que está establecido en 250 personas. Como expresión de diocesaneidad, también participaron algunas religiosas y fieles laicos.
En la liturgia católica es la primera celebración indicada por el Misal Romano para el Jueves Santo, previa a la Misa de la Cena del Señor, pero en Almería –al igual que en otros muchos lugares– se adelanta un día para que puedan asistir con más facilidad los sacerdotes diocesanos, los laicos y los consagrados.
En su homilía, Mons. González Montes afirmaba que “los sacramentos son de Cristo y han sido confiados a la Iglesia. Al consagrar hoy un nuevo Crisma renovamos nuestra apostolicidad. No hay vida cristiana sin sacramentos”. Y dirigiéndose a todos los presentes exhortaba: “Queridos sacerdotes y fieles: ¡estimemos más y más los sacramentos!”
Finalizada la homilía los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales ante el obispo diocesano y el obispo coadjutor que participaba por vez primera en esta celebración en su nueva diócesis.
Durante la celebración, como está previsto en el Ritual, el obispo bendijo los Santos Oleos que serán llevados a cada una de las parroquias de toda la diócesis para poder administrar los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Unción de los enfermos.
En su homilía, Mons. González Montes afirmaba que “los sacramentos son de Cristo y han sido confiados a la Iglesia. Al consagrar hoy un nuevo Crisma renovamos nuestra apostolicidad. No hay vida cristiana sin sacramentos”. Y dirigiéndose a todos los presentes exhortaba: “Queridos sacerdotes y fieles: ¡estimemos más y más los sacramentos!”
Finalizada la homilía los sacerdotes renovaron sus promesas sacerdotales ante el obispo diocesano y el obispo coadjutor que participaba por vez primera en esta celebración en su nueva diócesis.
Durante la celebración, como está previsto en el Ritual, el obispo bendijo los Santos Oleos que serán llevados a cada una de las parroquias de toda la diócesis para poder administrar los sacramentos del Bautismo, la Confirmación y la Unción de los enfermos.
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