LA MIRADA DE LA FE. "DESCONFIADOS". RAMON BOGAS

¿Eres de los que miran la fecha de caducidad de todo? ¿Crees que el pescadero te está vendiendo los boquerones de anteayer? ¿Desconfías de pagar con la tarjeta porque “vaya usted a saber si me cogen la cuenta”? Si has respondido tres SIES, eres del grupo de los desconfiados. Y sois legión.
Los desconfiados afirman que están de vuelta, que ya les timaron una vez, que hay que estar vigilantes, porque cuando menos te los esperas, ZAS. Pero no se dan cuenta de que la inmensa mayoría de los productos de los lineales de nuestros supermercados han sido revisados y están en la fecha correcta, que el pescadero de confianza te vendió, casi siempre, lo más fresco, y que se producen millones de transacciones por tarjeta que han sido correctas. ¿Veis? Es cuestión de perspectiva. Es una forma de posicionarse ante la vida.No se puede vivir sin confiar. Exigiendo justificantes de todo. Pidiendo pruebas de fidelidad permanente. Y lo que sucede con las cosas, también es extensible a las personas. No es posible vivir pensando que tu amigo va a revelar tu secreto, que tu pareja va a “pegártela” cuando dé la vuelta de la esquina, que el político va a engañarte siempre. Todos hemos tenido desengaños y traiciones, pero para conseguir un cierto equilibrio emocional y una sana espiritualidad debemos aprender a confiar y conquistar el tranquilizador espacio y la estabilidad que trae la confianza mutua.
Y de eso va la fe. Yo la entiendo como un ABANDONO CONFIADO. Algunos alegan pruebas: “Dios curó a mi madre”, y yo me pregunto en qué creería esa persona si, finalmente, falleció. Transitar por esos senderos en el camino creyente es peligroso. Claro que encontramos SIGNOS DEL AMOR DE DIOS en nuestra vida, pero no demostraciones. La fe va de soltar y dejarse hacer, no de reciprocidades y cumplimientos.
“Felices los que creen sin pedir pruebas”, eso le dijo el Maestro a Tomás. Y a mí me parece que es una llamada a la confianza, al abandono. A dar pasos y fiarse de los demás y de Dios. Aunque me tildéis de “infeliz”, quiero afrontar mi existencia intentando vivir desde la actitud del que, sin saber muy bien por qué, apuesta por la bondad de las personas, la fidelidad de la pareja, la confidencialidad de la amiga y el amor incondicional de Dios.
“Dichosos los que creen sin haber visto”, ¿Te apuntas?
Ramón Bogas Crespo
Director de comunicación del obispado de Almería.


Comentarios